viernes, 23 de septiembre de 2011

EL OTOÑO




Las esperanzas que me embargaban durante el verano se han disipado en la niebla de la madrugada. Se han convertido en humo.
El otoño cae sobre mí aplastándome como una losa.
La tristeza se apodera de mi alma y el gris me llena hasta desbordar mis lágrimas.
No puedo dejar de llorar, me siento vacía.
Siento que poco a poco me voy llenando de desánimo y apatía.
Navego por el río de mis lágrimas sin conocer el rumbo,
sin saber el destino al que me llevará mi tristeza.

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